miércoles, 20 de abril de 2011

LOS MISTERIOS DE LA MISIÓN APOLO XI


Año 1969. 20 de Julio. El Apolo XI aluniza y tras las comprobaciones necesarias Amstrong pisa suelo lunar.En ese momento pronuncia la célebre frase: “Un pequeño paso para el hombre pero un gran salto para la humanidad”.
 Dentro del módulo permanecían Collins y Aldrin, este último sería el segundo en salir al exterior y, precisamente, quien concedió, hace diez años, la información más relevante sobre aquella expedición.

(VÍDEO EN EL INTERIOR DE LA NOTICIA)
A principios de enero de 2010 tenía lugar aparecía una novela con base real en la que se recogíann valiosos datos acerca de uno de los acontecimientos más extraordinarios para la humanidad: la llegada del hombre a la Luna.
Las confidencias de Edwin Aldrin fueron hechas al periodista y escritor boliviano, Eduardo Ascarrunz. Solamente, con el paso de esos diez años y la aprobación del astronauta, el autor se atrevió a publicar el testimonio. Según él, cuando consideró que la sociedad estaba preparada para aceptar los datos que el libro aportaba.
Al parecer, la misión Apolo 11 tuvo una dimensión más trascendental e inesperada que la que ya de por sí esperanzaba la célebre conquista lunar. Aunque hay que advertir que esta información desvelada en la novela no lo es tanto. Hace mucho tiempo que estas circunstancias fueron ya publicadas. La transcripción de las conversaciones entre la nave y Houston, supuestamente vetadas por la NASA, fueron filtradas hace algunos años.
Pero, ¿cuál era el peligroso contenido de esos mensajes grabados? Nada más y nada menos que la confirmación, según se desprendía de las palabras de los astronautas,  de que el Apolo 11 estaba siendo acompañado por otra nave en su aproximación a la Luna.
Frases como: “No estamos solos”, “Ellos están ahí abajo” o “Hemos encontrado unos visitantes”, están entre las que componen el diálogo filtrado entre Tierra y la nave.
Entre los motivos barajados para que estas conversaciones pudieran haber sido censuradas pudiera destacar el hecho de que el principal y más valioso objetivo de la misión, en aquél momento, podía pasar a un segundo plano. Los Estados Unidos pugnaban, entonces, por ser los primeros en clavar su bandera en la superficie de la Luna, antes que sus grandes rivales en la carrera espacial, la Unión Soviética.
A continuación queda reflejado el contenido más comprometido de esa conversación entre Houston  y el módulo espacial. Lógicamente la grabación original en inglés no ha visto la luz, solamente se dispone de la filtración de la transcripción de la mencionada comunicación entre Tierra y el Apolo 11. Esta es la parte más inquietante del diálogo conocido:

Apolo 11: ¿Qué diablos era? Es lo que quiero saber. Estas cosas eran gigantescos, señor. ¿ ¡Dios mío, usted no lo creería!

NASA: ¿Qué... ?¿Qué diablos pasa?

Apolo 11: Están aquí, bajo la superficie.

NASA: ¿Qué hay ahí? Control de misión llamando a Apolo 11.

Apolo 11: Estamos aquí, los tres. Pero hemos encontrado visitantes... Por las instalaciones, parece que han estado aquí desde hace mucho tiempo... Digo que ahí fuera hay aparatos espaciales. Están alineados en filas al otro lado del cráter...

Como advertíamos esto es tan solo el contenido de una filtración aunque, eso sí, le acompañan muchos otros datos que  aportan  a la investigación visos de gran verosimilitud.Por un lado tenemos el testimonio de Edwin “Buzz” Aldrin. Pero, por otro, se puede considerar muy seriamente otro dato muy objetivo que si ha trascendido a la opinión pública y que es de máximo interés.
Se trata de las famosas cintas pertenecientes al viaje del Apolo 11.
En el año 2006 la NASA declararó que nadie podía encontrar las cintas que contenían las grabaciones originales de las imágenes enviadas por el Apolo 11. Esto creó todo tipo de suspicacias.
La agencia espacial se empeñó en asegurar que las cintas no estaban extraviadas para siempre y que se encontrarían.
A principios de julio de 2009 se conocía que las filmaciones, finalmente, habían aparecido. Incluso la propia NASA anunciaba en su web que, en pocos días, dichas imágenes se presentarían a los medios de comunicación y a la población.
Finalmente, el ingeniero de la agencia espacial americana, Richad Nafzger, que había estado destinado a la búsqueda de esas filmaciones, durante tres años, compareció en rueda de prensa para confesar que las cintas en cuestión habían sido borradas para reutilizarlas en otras operaciones. ¡Un total de 200 mil cintas desmagnetizadas (borradas magnéticamente) para volver a ser grabadas con otros datos!
Según Nafzger esto se hizo para ahorrar dinero. Verdaderamente, inaudito... ¿o una falsedad?
Parece que el rastro de las filmaciones definitivamente se ha perdido. Sin embargo, hay que reseñar una intervención de Aldrin en 2005 en el canal Ciencia de la televisión norteamericana. Sus palabras servían para reafirmar que en el viaje a la Luna había visto un ovni, refiriéndose a este término al que comúnmente utilizamos para definir a una nave no terrestre. En dicho programa presentó una prueba: tres escasos minutos de filmación donde aparece un extraño objeto acompañando al Apolo. Su compañero Collins tomó el telescopio y pudo contemplar que el objeto era verdaderamente un OVNI.
Hasta este episodio de la aventura espacial del Apolo 11. Un viaje que suscitó todo tipo de especulaciones y nuevas perspectivas de nuestra civilización. Hubo otros incidentes y misterios en esa misión. De igual modo, el resto de la carrera espacial está plagado de enigmas y puertas abiertas a las más insospechadas teorías conspiranoicas. Selene, nuestro satélite natural, sin duda, está llena de misterios...

1 comentario: