Quienes que han presenciado este "fenómeno" aseguran que los perros hacían un pequeño "ritual" antes de saltar: se quedaban quietos durante unos segundos en el centro del puente para, seguidamente, coger carrerilla y saltar el pretil del puente, de apenas un metro de altura.
Estos hechos, que empezaron a registrar en los años sesenta han ido consolidando a este puente de Milton como uno de los lugares más misteriosos de Escocia.
Recientemente, un grupo de científicos, liderados por el Doctor David Sands, ha investigado el misterio llegando a proponer una explicación científica.
Finalmente, se llegó a la conclusión que la causa de que estos perros se precipitaran al vacío estaba relacionada con el olfato, puesto que no se percibió ningún sonido extraño, y se encontraron con una población de visiones americanos, cuyo olor alteraba a los perros más nerviosos y los que estaban adiestrados para cazar.
Debido a la altura del pretil, los animales no veían que lo que había otro lado y, en su salto, caían al vacío. Además, por la morfología del lugar, el olor se concentraba más en esa zona, puesto que era un espacio bastante cerrado y sin corrientes de aire, lo que hacía que los perros lo oliesen mucho más intensamente.
Información: es.blastingnews.com / Gonzalo Pérez Sarró.
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