martes, 18 de septiembre de 2012

EL CASO DE LAS ABEJAS "ZOMBIES"

Una vez confirmada la existencia de las “abejas zombies”, los estudiosos de este extraño comportamiento han decidido investigar el porqué de este fenómeno y sobre todo, las peculiaridades de su comportamiento marcándolas con micro rastreadores de radio.
Cuando una abeja es infectada por los gusanos parásitos de las moscas de la escotilla, los insectos abandonan su colmena durante la noche y se agrupan en torno a luces para moverse en círculos cada vez más erráticos y finalmente perecer.
La duda comienza ahora ¿Realmente la abeja es controlada por el parasito que la lleva a cometer el suicidio, o este se ve provocado por el propio insecto para proteger a su colmena de una infección generalizada? El equipo de John Hafrnik, de la San Francisco State University está investigando este fenómeno.
Hafernik descubrió por casualidad las abejas zombi año pasado mientras buscaba insectos muertos para alimentar a los de su laboratorio. Cuando recogió un puñado de abejas muertas en torno a una farola, se percató de la existencia de larvas en los cadáveres.
Tras esto, Hafernik y sus compañeros comenzaron a pegar pequeñas etiquetas de identificación por radiofrecuencia a 500 abejas infectadas.
Las abejas entran y salen de su colmena a través de un pequeño tubo equipado con escáneres laser que registran los movimientos de los insectos,  sabiendo si regresan o no.
Los investigadores esperan averiguar si las abejas infectadas abandonan la colmena exclusivamente de noche, un momento en que las estas no suelen alejarse de ella. Si es así, podría ser un indicio de que los parásitos controlan la mente de sus victimas.

La Apocephalus boreal inyecta huevos en las abejas de la miel, convirtiéndolas en zombis

Este estudio también podría ayudar a los investigadores en sus estudios a la hora de descifrar el misterio del “colapso de las colonias” un fenómeno que hace que las abejas abandonen sus colmenas y que ha devastado numerosas poblaciones de estos animales  en los últimos años.
"Creemos que existe una posibilidad muy remota de que estos parásitos sean la causa principal del desorden del colapso de colonias", dijo Hafernik. Pero su estudio "podría ofrecer indicios sobre el mecanismo que hay detrás de abandono".


TAMBIÉN EXISTEN  HORMIGAS "ZOMBIES"

Un hongo parasitario está convirtiendo a las hormigas de Tailandia en "zombies," y ahora los científicos tienen una idea más clara de cómo y cuándo lleva a cabo esta infección su horrible trabajo.
El hongo, una especie de Ophiocordyceps, tiene como objetivo a las hormigas carpinteras que pueblan la bóveda de la selva tropical tailandesa. El parásito secuestra el sistema nervioso de las hormigas, lo que las lleva a comportarse de forma anormal (y bastante específica), de modo que ayuda al hongo a reproducirse.
En un estudio reciente, los investigadores utilizaron microscopios para observar el interior de las hormigas afectadas y ver cómo avanza la infección. Descubrieron que el hongo se reproduce y llena lentamente el cuerpo y la cabeza de la hormiga, lo que provoca que los músculos se consuman y que las fibras musculares se separen.
La infección tarda, desde que comienza, entre tres y nueve días en convertir a las hormigas completamente en zombies, según descubrieron los investigadores. Al principio, las hormigas infectadas llevan a cabo su rutina normal: viven en sus nidos, interactúan con otras hormigas e incluso se alimentan.
"A medida que pasa el tiempo, la parte de hongo aumenta hasta que la conducta de la hormiga ya no es la suya propia”- dijo David Hughes, director del estudio y entomólogo de la Universidad Estatal de Pennsylvania.
El reciente estudio también muestra que el hongo suele matar a la hormiga huésped a mediodía, aunque la razón exacta por la que esto es así sigue siendo un misterio.
En un estudio de 2009, Hughes y sus compañeros informaron sobre la sorprendente especificidad de las “indicaciones” del hongo a sus zombies huésped.
Mientras que las hormigas normales rara vez se desvían de un camino marcado sobre el árbol, las hormigas zombies deambulan sin dirección, y sufren convulsiones que provocan que estos animales caigan de la bóveda de la selva.
Una vez han caído, las hormigas se quedan sobre el frondoso sotobosque, que queda unos 25 centímetros por encima del suelo y, por lo tanto, es más fresco y húmedo que la bóveda selvática, unas condiciones perfectas para que el hongo se reproduzca.
En esta imagen donde vemos a dos hormigas “zombi” muertas, vemos que hormiga superior ha atravesado el cuello de la hormiga de debajo, tal vez privar a los hongos de un nuevo punto donde...
Pasados unos días, el hongo ordena al insecto que se aferre a una hoja. Las células del hongo, que se multiplican dentro de la cabeza de la hormiga, provocan entonces que las fibras se separen en los músculos que abren y cierran la mandíbula de la hormiga.
Esto da lugar a una “contracción mandibular”, que hace que la hormiga infectada sea incapaz de liberarse de la hoja, incluso después de morir, lo que da lugar a un ambiente estable alrededor de la hormiga para que el hongo crezca. Llegada esta etapa, el hongo utiliza un veneno para matar a su huésped.
Unos días más tarde, el hongo crece y sale a través de la parte superior de la cabeza de la hormiga muerta, como si fuera un cuerpo fructífero o un estroma. Con cierto parecido con la cornamenta de un ciervo, este estroma libera esporas que serán recogidas por otra hormiga errante.
No obstante, el momento en que el hongo obliga a la hormiga a morder la hoja depende, al menos parcialmente, de las condiciones ambientales, añadió Hughes. Si el sotobosque está demasiado seco, el hongo “se retira y espera”.


Para más inri, el reciente estudio desvela que el golpe de gracia del hongo suele ocurrir a mediodía, cuando el sol brilla con más fuerza. El hongo podría estar utilizando la luz solar para sincronizar la parte final de la infección, pero esto aún son especulaciones, explicó Hughes.
Este investigador espera que, a la larga, su trabajo tendrá aplicaciones prácticas, como la creación de insecticidas biológicos que tengan como objetivo las plagas. Muchas especies de hormiga carpintera, por ejemplo, pueden causar daños estructurales a los edificios, ya que excavan sus nidos en madera húmeda.

INFORMACIÓN: www.nationalgeographic.es

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